Queridos jugadores de Osasuna. De Osasuna. No del Barça, ni del Valencia, ni del Espanyol, ni del Chelsea, ni del Estudiantes de la Plata. De Osasuna. ¿Sabéis lo muchísimo que significa eso? Quizá a veces se os olvide, pero hay miles de personas a las que no se nos olvida nunca.
Y por eso dedicamos tanto dinero (aunque tengamos poco), y tanto tiempo (aunque tengamos que dejar muchas cosas de lado), y tanta pasión (aunque luego nos matéis a disgustos) a animaros, a apoyaros, a intentar que no decaigáis, que sigáis intentando buscar la victoria, que no sintáis el cansancio, que no os vengáis abajo anímicamente.
A miles y miles de personas, en Navarra, en Madrid, en Cataluña, en Andalucía, en Euskadi, en Castilla-La Mancha, en Suiza, en México, en Irán, no se nos olvida nunca que somos de Osasuna porque cuando ganáis, sonreímos. Porque cuando hacéis un buen partido, nos sentimos orgullosos. Porque cuando os dejáis la piel, no pedimos más. Por eso, cuando hacéis partidos como el del domingo pasado ante el Recreativo, nos vamos a casa con la mirada perdida, sin ganas de nada, decepcionados, hundidos, heridos. Vosotros decíais que había que olvidarlo cuanto antes y pensar en Getafe. Pero para todos nosotros, la noche fue muy dura, y lo está siendo esta semana. Y hasta prometimos que no iríamos a apoyar al equipo esta vez, que no lo habíais merecido.
Pero, como nunca olvidamos que somos de Osasuna, ayer volvimos a dar un ejemplo al asegurar nuestro viaje para Getafe. Quizá, fuera de nuestro ámbito, a la afición rojilla nunca se nos calificará como una de las mejores. Ya están las de Atlético, Athletic, Sporting, Sevilla, Betis... para colgarse las medallas. Ni falta que hace. A la afición de Osasuna lo único que nos llena es estar siempre junto a nuestro equipo, y que nuestro equipo sienta nuestro aliento. En la UEFA, en el ascenso, en las sufridas permanencias. De ahí que más de 1.300 aficionados hayamos decidido dedicar el próximo domingo a meternos 10 horas en autobús entre pecho y espalda para ver un partido de hora y media en el que dos equipos al borde del descenso interpretarán un duelo a muerte.
Para nosotros lo es. ¿Para vosotros? ¿Os dais cuenta de que Osasuna está en serio peligro? Habéis demostrado que sois capaces de hacer grandes partidos, de superar a rivales fuertes, de hacer frente a las adversidades. ¿Se os ha olvidado? ¿A qué vino el partido ante el Recre? ¿Creéis que Osasuna se salvará porque sí, "porque hay otros equipos peores", "porque tenemos una gran plantilla", "porque vamos a ganar el próximo partido", "porque nos van a sobrar jornadas"? Si pensáis que los partidos se ganan sin jugarlos y se pierden por el árbitro, llegará el Almería y se salvará a nuestra costa, el Málaga se aprovechará de nuestro suicidio, el Recre nos matará con nuestras propias armas... ¿Y el Getafe? Tenéis que decir basta. Demostrar que ser de Osasuna es muchísimo, también para vosotros, estéis donde estéis el año que viene, juguéis poco o mucho, seáis de Pamplona o de Hungría.
La temporada está a punto de terminar, pero queda todo. En el trayecto, habéis sentido el calor de la mejor afición, intachable hasta cuando erais últimos, y habéis disfrutado de un entorno favorable, que no tiene parangón en ninguna ciudad de España. Y lo sabéis. Y lo reconocéis.
¿Estáis dispuestos a dilapidar el esfuerzo que os llevó a salir del pozo? Quedan cuatro partidos infernales, da igual ante quién sean. Da igual contra quién juega el Sporting, el Betis o el Recre. Todos están luchando a muerte. Y vosotros no podéis ser menos. Por orgullo, pero también por nosotros. Por los que nunca dejaremos de ser de Osasuna. Tenéis el enorme privilegio de hacer feliz a la gente. ¿Hay algo más grande? Nosotros ya lo hemos dado todo por vosotros.
Ahora os toca, equipo.
P.d.: Un artículo de María Vallejo, aunque con alguna modificación ...
Confiando plenamente en esta maravillosa medicina una vez mas me dirijo a la plaza de toros, donde antes durante y después de la corrida seguiré "medicandome", y así poco a poco es la noche la que cae sobre nosotros sin darnos cuenta y a eso de la medianoche noto como mi cuerpo no solo ya se encuentra mucho mejor que hace 24 horas sino que además ahora tengo hambre!!! algo que soluciono facilmente comiendome una hamburguesa en el montón, y por supuesto mas cubatas, bueno... muchos mas cubatas.No recuerdo gran cosa salvo que paso casi toda la noche en la peña y que cuando se esta haciendo de día tengo una doble sensacion de felicidad, por un lado esa sensacion de que te lo has pasado muy bien y por otro saber que mi cuerpo responde y que como el ave fénix he resurgido de mis cenizas.
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